Esta semana viajamos en nuestra sección Antes y después a la región francesa de Normandía. Nos hemos propuesto enseñaros los importantes cambios y el nuevo diseño que los interioristas Apolline Terrier realizaron en la rehabilitación de una auténtica casa señorial normanda. La idea original era introducir un poco de aire fresco en la vivienda, renovarla y conseguir que la luz natural llenara todos los rincones de este abandonado caserón.
Nuestro punto de partida fue un diseño tradicional con un toque rústico. El objetivo era conservar todo su encanto y autenticidad, reestructurándolo por completo.
La vista exterior de esta propiedad nos muestra un antiguo edificio de ladrillo con un diseño atemporal y difícilmente clasificable. Los volúmenes del inmueble invitan a nuestra imaginación a vagar, a pasearse por la torre, por los tejados de pizarra y por la pequeña extensión de madera que parece sacada de otra época.
Como podéis apreciar desde la perspectiva de esta fotografía, las reformas han incluido también la extensión de la estructura del inmueble y de la azotea. El aislamiento de paredes y tejado ha sido completamente recubierto y remodelado.
En estas tres fotografías vemos el alcance de la restauración y el trabajo realizado en la estructura, necesario para otorgar una nueva vida a esta mansión. La tierra tuvo que ser reemplazada para crear una base sólida que fuera capaz de resistir las nuevas construcciones.
Húmedo y ruinoso, oscuro y con un diseño que deja mucho que desear, el interior del edificio no invita a quedarse. En la fotografía de la izquierda, vemos parte de la renovación que sufrió la torre, el objetivo era conseguir mantener intactas todas sus características. El nuevo diseño es cómodo y funcional, capaz de cubrir todas las necesidades de una familia moderna.
Os mostramos este espacio en el que las negras estructuras de aluminio de las ventanas llaman la atención y combinan a la perfección con la fachada de ladrillo. Con el fin de modernizar el edificio entero todas las hendiduras han sido reformadas. Aquí os descubrimos una estancia casi irreconocible, luminosa, acogedora y agradable. En la chimenea se ha mantenido el mármol original restaurado durante la reforma, un toque de estilo sin igual para esta habitación.
Os mostramos el deplorable estado del ático previo a la reforma. El espacio no es nada atractivo, se ve insalubre e inutilizable. Desde las vigas del tejado hasta los marcos, toda la estancia requería de un cuidado integral para poder mantener las piezas originales.
En la imagen sobre estas líneas observamos la impresionante diferencia entre el estado previo y posterior de la rehabilitación de la buhardilla. Las vigas son el único elemento que nos recuerda que ambas imágenes son de la misma habitación. El cambio la ha convertido en una estancia acogedora en la que las vigas de las que os hablábamos han sido incorporadas a la decoración reforzando la atmósfera de tranquilidad que en ella se respira.
Vemos una estancia empapelada con un estampado de grandes rayas verticales en negro y gris que consiguen maximizar el espacio. Los armarios han sido empotrados para aprovechar todos los metros cuadrados de la habitación. Los materiales y el color casan a la perfección proporcionando un encanto clásico y atemporal.
No tuvimos acceso al estado previo del cuarto de baño, pero fácilmente podemos imaginarnos un espacio antiguo y deteriorado. Este es uno de los tres servicios tiene esta casa, muy luminoso y con un diseño muy adecuado.
Terminamos el recorrido en la cocina. El contraste que se crea entre los muebles de color negro, y el suelo y la mesa en madera aporta a esta estancia un aire rústico y deja entrever el presente moderno y el pasado rural de esta llamativa casa francesa.
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- Antes y después: un antiguo palacio italiano
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