7 pasos para elegir la chimenea perfecta

Patricia Carrera Patricia Carrera
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Cada vez son más las personas que buscan combinar elementos prácticos con otros más decorativos. Las chimeneas son perfectas para ambas cosas y si eres una de esas personas afortunadas que cuentan con una en casa, ha llegado el momento de usarla. Pero si todavía no tienes una y estas pensado instalarla tendrás que informarte bien antes de aventurarte. 

Existen diferentes tipos de chimeneas, revestimientos o estufas en el mercado, y dependiendo de tus gustos y necesidades te decantarás entre una u otra. Desde homify queremos ayudarte a que la decisión sea más fácil, así que te proponemos algunos puntos a tener en cuenta a la hora de elegir.

Espacio

Piso en la Moraleja / Madrid, MÁLAMO MÁLAMO Ruang Keluarga Modern

Ahora que el frío ha llegado y por alguna razón, la imagen de la calidez del fuego en un refugio de montaña nos viene a la mente como una opción muy apetecible, las chimeneas cobran todo su protagonismo. Lo primero que tendrás que tener en cuenta es el espacio que quieres calentar. 

Antes de nada, revisa tus prioridades. Identifica qué habitaciones y qué espacios quieres que reciban la mayor parte del calor. Además, dependiendo de si lo que que buscas es limpieza, rendimiento, o mantenimiento, cada una de estas características te hará decantarte por un modelo u otro. 

No es lo mismo calentar un salón o una habitación que toda la casa. Las chimeneas requieren instalación, así que piensa a largo plazo y míralo ya no solo como un elemento decorativo más de tu hogar que requiere un cuidado extra, sino como el método principal para calentar tu casa.

Tomar medidas

Este será uno de los pasos más importantes a la hora de elegir y escoger el tipo de chimenea que vas a instalar. Debes calcular bien el espacio del que dispones, concretar la ubicación y estudiar bien las dimensiones de tu estancia. 

En ocasiones, es una buena opción contar con la ayuda de un profesional que te pueda asesorar. Ten en cuenta también en qué parte de la casa la quieres instalar y qué partes quieres calentar. Aunque existen chimeneas muy económicas en el mercado, entre la instalación y la obra, en ocasiones la instalación puede salir un poco cara, por lo que intenta  siempre ceñirte a tu presupuesto. 

Además, si por casualidad no cuentas con un conducto de humos, no te preocupes, porque existe la posibilidad de hacerlo desde cero y construirla del tamaño que mejor se adapte a tus necesidades y gustos.

Chimenea de leña

Las chimeneas de leña son modelos abiertos que cuentan con un revestimiento interior decorativo, que normalmente suele ser de piedra o ladrillo, y que no tienen ningún tipo de barrera de seguridad. Son el modelo más clásico y de que nos resulta más familiar, el formato de toda la vida, por lo que aportan cierto clasicismo a una casa. Resultan ideal para cualquier salón de estilo rústico o para un refugio de montaña. Funcionan con leña y resultan muy decorativas, sobre todo aquellas que se encuentran integradas en la pared. 

Uno de sus principales inconvenientes es que tienen un rendimiento muy bajo y el consumo de leña con respecto a una cerrada puede llegar a ser siete veces mayor. Además, nos obliga a estar atentos para que no se salga ninguna chispa y pueda causar algún accidente. Por ello, es una excelente opción siempre que las situemos en habitaciones principales.

​Chimenea metálica

La chimenea metálica es una de las mejores opciones si no quieres llevar a cabo una obra de grandes dimensiones en tu casa y prefieres decantarte por una opción más sencilla. Son fáciles de montar, no ocupan mucho espacio y no necesitan ser instaladas en la pared. 

En un principio, la mayor obra solo sería la de construir e instalar una salida de humos. Al contar con más hierro que las estufas clásicas, se consigue un mayor rendimiento, se genera más calor y su eficiencia calorífica ronda el 75%. 

Además, si comparamos su rendimiento con el de una de leña normal, el de la chimenea metálica es mucho mayor, sobre todo en la habitación donde lo instalemos, debido sobre todo al efecto del hierro, uno de los mejores elementos a la hora de transmitir calor. 

Otro dato importante a tener en cuenta es su bajo rendimiento CO, lo que hace mucho más ecológico y sostenible.

Chimenea de hogar cerrado

Se suelen llamar cassettes o recuperadores de calor. Este tipo de calentador son una evolución de las clásicas abiertas, ya que parten del mismo concepto pero añadiendo una puerta que ayuda a la hora de implementar la seguridad. 

Además, reducen el consumo de leña, generan una mayor cantidad de energía calorífica y, al estar cerradas, son mucho más limpias que las de leña de toda la vida. Normalmente, este tipo de calefactor cuenta con una puerta de cristal vitrocerámico resistente que evita que salgan los olores o que se escape alguna chispa. 

Eso sí, a la hora de generar calor no llegan al nivel de las estufas de leña o las metálicas, sobre todo en la estancia donde se encuentran instaladas. Su mayor beneficio es que, además de añadir seguridad, sigue manteniendo ese aspecto de chimenea antigua o rústica que tanto favorece a cualquier tipo de decoración.

Estufas de leña

Las estufas de leña son facilísimas de instalar y muy eficaces, sobre todo si las comparamos con cualquier tipo de chimenea. Suelen tener un tamaño medio y funcionan con leña, carbón o pellets. Existen muchos modelos en el mercado y son una de la opciones más económicas para calentar el hogar, ya que el rendimiento es muy superior al de las chimeneas o, incluso, al de la energía eléctrica. 

Dependiendo del espacio o de la habitación que necesites calentar, la elección de un tipo de estufa u otra será importante, y siempre es una buena idea consultar con un profesional acerca de la mejor opción para lo que tú estás buscando. 

Uno de sus mayores beneficios es, como ya dijimos anteriormente, su rendimiento, y además cuentan con un mantenimiento muy sencillo y limpio, ya que no generan la misma cantidad de suciedad o ceniza que otro tipo de calefactores naturales.

​El mantenimiento

homify Ruang Keluarga Modern

Como último paso, si ya te has decidido por el tipo de chimenea o estufa que te vas a decantar para decorar y calentar tu casa, enhorabuena, ya sólo queda hablar del mantenimiento y la limpieza. Lo cierto es que su mantenimiento diario es sencillo y no cuenta con complicación alguna, ya que sólo hay que retirar las cenizas y limpiar el plato. 

Quizás, en el caso de las chimeneas abiertas, la ceniza hace que se requiera una limpieza diaria en toda la habitación. Por otra parte, una vez al año se recomienda hacer una revisión completa y deshollinar los conductos de extracción del humo, sobre todo si le sueles dar bastante uso. 

Según los expertos, la primavera es uno de los mejores momentos para realizar estas tareas. Pero, eso sí, después de estos sencillos pasos, ya solo te quedará disfrutar del calor del fuego.

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