La casa que crece

A la hora de plantear el proyecto de rehabilitación de esta vivienda se tuvo en cuenta el estado previo de esta. Se trataba de una casa muy vieja que había ido deteriorándose con el tiempo y que necesitaba una profunda reforma. El estado de los muros de tapial en su parte superior requería una intervención urgente, así como la cubierta. Además, puestos en faena, la familia quería aprovechar a mejorar y ampliar los espacios interiores, para crear un lugar de reunión donde hubiera hueco para todos. Veamos cómo fue el cambio…

Observamos la fachada de esta casa una vez llevada a cabo la reforma. Los cambios efectuados son muchos, pero el aspecto de la vivienda sigue siendo el de una casa de pueblo típica que concuerda con el de resto de construcciones de la calle. Se ha aumentado la altura de la parte superior, recreciendo los muros del soberado, una zona abuhardillada utilizada para el secado de embutidos, tan típico de la zona, creando de esta forma un piso superior que se destinará a los dormitorios y liberando así la planta inferior y sótano. 

Este es el aspecto que tenía la planta abuhardillada de la antigua construcción. Un espacio que tenía una función de puro almacenamiento y despensa, pero que era totalmente inhabitable. Uno de los puntos importantes del proyecto consistía en aumentar y mejorar este área de la casa para dotarlo de la infraestructura necesaria para poder organizar la zona de noche de la vivienda.

Tras las obras, este es el resultado. Los muros bajos del antiguo soberado son ahora lo suficientemente altos como para poder crear habitaciones y dormitorios funcionales. Aunque todo es de nueva construcción, se ha cuidado mucho el aspecto de la cubierta, que ha buscado establecer semejanzas con el tejado original. 

En la planta baja también se ha llevado a cabo una importante remodelación. Al liberarse las crujías de todas las particiones que se habían ido construyendo a lo largo de los años el espacio se amplifica, creando un concepto abierto y muy moderno de un interior que sigue guardando rasgos de su pasado: ladrillo visto en los muros, cubierta de revoltones en el techo y un pavimento cerámico que conecta con el origen rural de la vivienda. 

Tal y como querían los propietarios, el espacio de la planta baja se prepara para los grandes encuentros en torno a una chimenea. Espacios modernos y funcionales que no han perdido su encanto. 

La casa contaba también con una bodega en el semisótano que se ha rehabilitado y mantenido, creando un rincón muy especial que alberga una de las joyas del proyecto: la espectacular escalera. Con un diseño casi escultórico, esta escalera de metal es una pincelada de modernidad en una vivienda que muestra con orgullo su pasado. La estructura de metal se vuelve ligera y dinámica mientras trepa por las plantas de esta espectacular casa de pueblo. 

Como buena casa andaluza que se precie, esta también cuenta con un patio del que disfrutar las noches de verano en familia. Aquí la intervención ha querido conectar interior y exterior para lo que ha creado una pared vidriada que comunica visualmente ambos espacios, dejando que el patio se convierta en un elemento más del salón. 

Hasta aquí esta llamativa rehabilitación de una casa del pueblo. Si quieres seguir leyendo sobre arquitectura rural te recomendamos el artículo Antes y después: reformando la casa del pueblo.