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Seguro que más de uno ha sudado la gota gorda intentando sacar su coche por la estrecha rampa de algún parking, y es que estamos acostumbrados a que los garajes sean estrechos, oscuros y muy feos. Sin embargo, en ningún sitio está escrito que en el mundo subterráneo no pueda entrar la mano de un diseñador y dar un toque especial a ese territorio, casi siempre hostil, de los aparcamientos.
Aquí os dejamos algunos diseños interesantes de garajes que, si bien no son aptos para todos los bolsillos, si nos permitirán soñar. Y acaso, ¿no es toda la vida sueño?
Realizado para una propiedad privada en Suiza, este impresionante garaje parece sacado de un cómic. Futurista, luminoso y muy lujoso, parece digno de los mejores coches de Fórmula 1. El diseño es simple, pero lo que marca la diferencia es el juego de luces, que va variando de colores desde el fucsia hasta el azul de la foto. Pese a la baja altura del techo, se ha creado un contorno luminoso que acrecenta la sensación de altura.
Solo dos detalles nos indican que no estamos en un garaje normal y corriente. El primero, por supuesto, los coches deportivos de lujos que descansan aquí. El segundo detalle, referido al diseño, lo encontramos mirando hacia el cielo: una claraboya que aporta un toque refinado al garaje, al mismo tiempo que permite a sus usuarios beneficiarse de la luz natural.
Todos conocemos los parkings de los centros comerciales: mal iluminados, llenos de coches y muy aburridos. Pero darle un toque más alegre no es tan complicado, y si no, atentos a este increíble garaje. No es de ningún chalet de lujo, sino de un centro comercial normal y corriente. Colores vibrantes en estas paredes de vidrio retroiluminado para llenar de luz nuestra tarde de compras.
Mucho más discreto y sencillo que los anteriores, aunque también más elegante, este garaje abierto, conectado a la casa, llama la atención por la integración en el espacio y el aprovechamiento del mismo. Cabe señalar aquí que los colores de la estructura son los mismos que los del coche, crema y negro, y casan perfectamente con la casa, creando un conjunto armónico. Ahora bien, ¡prohibido cambiar de coche!
No se trata de una galería de última generación a la que tengamos que entrar montados en coches. Qué va. Esta increíble entrada al garaje pertenece a una casa privada. Cuadros que cuelgan de las paredes, puertas de cristal y un empedrado de ciudad antigua nos trasladan a un mundo de lujo solo apto para unos pocos bolsillos.
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