Abre un hueco en una pared de ladrillo – Paso a Paso

Isabel Rodríguez Isabel Rodríguez
Reforma de loft en Madrid, Arquitectos Madrid 2.0 Arquitectos Madrid 2.0 Ruang Studi/Kantor Gaya Industrial
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Sabes que una ventana convertiría esa estancia lúgubre en un espacio lleno de vida, esa puerta serviría para facilitar las conexiones del hogar, un arco resultaría perfecto para comunicar ambas estancias, entonces… ¿vas a dejar de moldear tu casa a tu gusto por un simple muro? Cortar una pared de ladrillo y darle a tu hogar el aspecto que buscas es más sencillo de lo que parece. Siempre y cuando no se trate de un muro maestro (en este caso sería mejor que optaras por el asesoramiento de un profesional), convertirse en el rey o la reina del Do it yourself es más fácil de lo que imaginas. Con un poco de voluntad, las herramientas apropiadas y unos consejos básicos, serás capaz de crear una abertura en cualquier pared de ladrillo y transformarla en una ventana, una puerta o cualquier otro elemento arquitectónico que puedas imaginar.

Porque en homify nos encantan los retos y sabemos que no hay nada más reconfortante que comprobar el resultado de un trabajo bien hecho, en este libro de ideas te proponemos seis sencillos pasos para que seas capaz de cortar una pared de ladrillo. Una vez hecha la abertura, prepárate para disfrutar de un espacio totalmente renovado y listo para cautivarte.

Empieza por el principio ¿qué quieres?

Cuando hablamos de cortar una pared de ladrillo no pensamos en reducirla a cenizas por el mero placer de quitarse el estrés. En realidad, el fin último de este proyecto DIY no es otro que añadir un nuevo elemento al diseño de tu hogar. Por eso, antes de ponerse manos a la obra, el primer paso es decidir qué es exactamente lo que necesitas y quieres hacer. Y es que no es lo mismo tirar un tabique (aquí no haría falta cortar la pared de ladrillo sino sencillamente deshacerte de ella) que abrir una ventana, instalar una puerta o colocar un arco que haga las veces de conexión entre dos espacios.  

Antes de lanzarte a la aventura de acabar con los que hasta ahora habían sido compañeros inseparables del diseño de tu hogar, haz un boceto, un plano de cómo quedará tu nuevo espacio y qué es lo que pretendes conseguir. Dibujar el resultado final (o algo que se le parezca) siempre ayuda a darnos cuenta de posibles errores de percepción que, ‘metidos en faena’, costaría más corregir.

Localiza el punto exacto

Una vez que hayas decidido qué es exactamente lo que quieres conseguir al cortar tu pared de ladrillo (ya sea una puerta o una ventana) y tengas claro el boceto de cómo quedará, hay que ponerse manos a la obra. El siguiente paso es marcar la ubicación. Para ello lo mejor es que emplees un lápiz de color blanco o una tiza (o cualquier otro que te permita identificar la abertura a realizar con claridad). 

Estudia con detenimiento las dimensiones del elemento en cuestión para que la abertura que hagas en la pared se corresponda a la perfección con lo que necesitas y, una vez lo tengas claro, márcalo correctamente para garantizar que el perímetro del espacio que dejarás libre se corresponderá con las medidas de tu nueva ventana o puerta.

Ajusta la profundidad del corte

Lo más práctico a la hora de cortar la pared de ladrillo elegida es que emplees las herramientas apropiadas. Una sierra de disco facilitará tu labor aunque, ya lo dice el refrán: “el tiempo no se ve pero la labor sí”. Dicho esto, no tengas prisa. Puedes elegir una sierra de disco de media pulgada y empezar con un corte inicial no demasiado profundo. Simplemente marca todo el perímetro de la abertura prevista sobre la línea que dibujaste anteriormente y asegúrate de que no encuentras ninguna sorpresa.  

No olvides equiparte con los elementos de seguridad apropiados tales como unas gafas protectoras o una máscara que te proteja del polvo. El empleo de guantes también es recomendable en estos casos y, por si fuera necesario, no está de más contar con un botiquín de primeros auxilios cerca (si no somos expertos del arte del DIY, más vale prevenir que curar).

Vuelve a empezar

Concluido el primer corte, ha llegado el momento de la verdad. Reajusta tu instrumental hasta conseguir una mayor profundidad (puedes empezar por incrementarlo unos centímetros) y repite el procedimiento con cada nuevo corte hasta llegar a la profundidad total de los ladrillos de tu pared. Así lograrás un corte completo sin dañar el resto de los ladrillos. La duración de este proceso, hasta conseguir cortar la pared por completo, dependerá en parte del tipo de ladrillos (si son cocidos en tierra, macizos, de adobe de tierra, perforados… ), ya que cada uno de ellos ofrecerá una resistencia distinta. En cualquier caso, no pierdas la paciencia, si no consigues perforarlos, puede ser cuestión de dar con la herramienta apropiada. Al final, el resultado merecerá la pena como ocurre en este diseño obra de la firma Ferraro Habitat.

Elimina los ladrillos

¡Felicidades, ya has conseguido cortar tu pared de ladrillos! ¿Y cuál es el siguiente paso? Sí, eliminar los que ya no forman parte de tu muro y prepararlo para instalar tu nueva puerta o ventana. La manera más sencilla de hacerlo es emplear un martillo de albañilería. Con pequeños golpes dentro de la línea de corte verás como los ladrillos sobrantes empiezan a ceder, liberando así el espacio que necesitabas. 

No obstante, cada una de estas piezas puede actuar de manera diferente en función de la edad y el estado de las juntas entre los mismos. Los más antiguos cederán los primeros mientras que los benjamines pueden requerir más golpes de martillo pero tranquilo, la pared de tu salón, dormitorio, cocina, baño.., está a punto de contar con una nueva abertura.

Toques finales

Los detalles son los que marcan la diferencia de modo que, si quieres que una cuestión de remates no estropee todo el trabajo de cortar tu pared de ladrillo, no olvides los toques finales. Extrae con cuidado las partes que no hayas conseguido eliminar con el martillo hasta que toda la abertura esté limpia para poder colocar la estructura de la puerta o la ventana elegida. Puedes emplear un cincel para terminar de limpiar los bordes que hayan quedado imperfectos y asegurar así un trabajo perfecto. 

Ya has visto que convertirse en un auténtico ‘manitas’ es fácil si sabes cómo hacerlo. No obstante, si la cosa no sale bien, siempre puedes restaurar tu pared de ladrillo. Encontrarás todas las claves para hacerlo en nuestro libro de ideas: Cómo construir una pared de ladrillo en 6 sencillos pasos.

No siempre es recomendable que abras huecos

Aunque las paredes sean de ladrillo y creas que se pueden desmontar de forma sencilla, es importante que sepas que algunas de ellas forman parte de la estructura principal del edificio. Esto implica que un muro de ladrillo quede formar parte de los que se denominan muros de carga, y si los eliminamos podrían dañar el resto del inmueble. Antes de meterte a realizar este tipo de tareas por ti mismo/a, consúltalo con profesionales de la construcción, como ingenieros, que con el apoyo de expertos como los arquitectos, podréis realizar un proyecto de ampliación sin riesgos. Esos muros de carga pueden ser sustituidos por vigas.

¿Y si queremos el paso contrario?

Cuando un espacio es demasiado grande y queremos realizar ciertas separaciones para independizar estancias, podemos acudir a realizar un tabique de ladrillo, como por ejemplo en salones. Para saber cómo hacer un tabique de ladrillo, es tarea más sencilla que la de abrir un hueco y obtener una pared con ventana. Pero aunque sea algo más sencillo, te recomendamos que cuentes con mano de obra cualificada, ya que son trabajos en los que intervienen diferentes materiales y técnicas que parecen sencillas, pero que no lo son tanto una vez que nos ponemos con la tarea. Aunque existen alternativas al ladrillo, como los tabiques de pladur o las celosías.

Manteniendo el ladrillo visto

Aunque a veces queramos abrir huecos y hacer los espacios mucho más grandes y luminosos, tenemos la opción de mantener ese muro o tabique y hacer un uso de él diferente. Estamos acostumbrados a ocultar el ladrillo tras capas de yeso y pintura, pero lo cierto es que tiene un atractivo especial, por el color y la textura que aporta. Si en tu reforma descubres un muro de ladrillo original, no dudes en dejarlo visto, ya que, junto a las paredes de piedra, son de las más fáciles de encontrar en reformas, y de las que más decoran de manera natural. Con un toque de restauración para que no se rompa el material, estará perfecto para quedarse visto. ¡Complementará el espacio de una manera muy característica!

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