En este libro de ideas les traemos 10 espacios en los que la combinación entre los colores del piso y de las paredes hacen toda la diferencia.
Mucho se habla de las paletas en la decoración de nuestros espacios, pero a veces perdemos de vista el hecho de que los colores del piso y de la pared deben armonizar, o se creará una nota discordante que será difícil de superar por más que el mobiliario y los accesorios sean espectaculares. En ocasiones, la magia entre elegir los colores del piso y de las paredes es el de crear algunos contrastes, en otras, la idea es buscar matices que se complementen o incluso que sean casi iguales.
Acompáñennos a ver estas imágenes que no tenemos dudas, harán que más de uno de nuestros lectores, empiece a buscar instaladores de pisos para copiar algunas de las ideas que les mostraremos a continuación.
Los pisos de madera y las paredes blancas son el clásico de clásicos. Es una combinación que siempre queda bien, que da como resultado espacios cálidos y luminosos y que no por nada, resulta una de las más populares que existen en diseño de interiores y decoración.
Por el contrario, una forma interesante es invertir el color blanco y aplicarlo en el piso, en lugar de las paredes. Para crear contraste, recomendamos pintar al menos una de las paredes de algún color más oscuro.
Sobretodo en los baños, que algunas paredes compartan el revestimiento del piso puede crear una sensación de continuidad que haga que un recinto pequeño parezca más grande por extensión.
Otra forma de crear un balance entre la paleta de un espacio, es pintar las paredes en tonos fríos y equilibrarlos con el piso en un color cálido. En la imagen podemos ver lo bien que resulta una combinación de este tipo.
Usar el mismo color o decantarnos por tonos muy semejantes para el piso y las paredes puede resultar muy bien, ya que crea uniformidad y continuidad. Eso sí, lo mejor en estos casos es elegir tonos neutrales, ya que colores más intensos nos aburrirán enseguida.
En este baño podemos ver como una pared cubierta de cerámicas de diferentes patrones pero con fondo gris claro, se combina con baldosas lisas en un gris más oscuro para el piso. Asimismo, las subway tiles en la parte inferior de las paredes y el delicado gris claro en el resto completan una paleta armoniosa.
Para los fanáticos del minimalismo, la combinación de pisos blancos con paredes del mismo color puede ser la más indicada. Desde ya que espacios decorados de esta forma serán serenos, luminosos y nos ayudarán a aquietar la mente.
La delicada tonalidad amielada de la madera clara crea un agradable contraste con la frialdad de todos los tonos de azul que existen. Cada color tiene lo que al otro le falta.
Otra forma de lograr uniformidad pero sin usar el mismo color para el piso y las paredes es elegir tonos cálidos en uno y otras. Es recomendable hacer esto en espacios amplios, ya que las tonalidades cálidas no agrandan visualmente tanto como las frías, aunque es cierto que si los colores elegidos son claros, este efecto se mitigará.
La forma más fácil de crear un contraste interesante entre pisos y paredes es optar por un piso bien oscuro con paredes blancas o en un tono muy claro. De esta forma, se crea un juego de claroscuro muy elegante.
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