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Las plantas son grandes aliadas del diseño y la decoración de interiores, de eso no hay duda. Sin embargo, de la manera en la que las integremos en unas y otras estancias dependerá su aportación a la estética del conjunto. Las macetas colgantes, ya sean de techo o de pared, son una de las mejores fórmulas para conseguir sacar el máximo partido a la presencia de elementos vegetales en el interiorismo del hogar.
Su versatilidad las convierte en un elemento perfecto tanto en interiores como en exteriores, pudiendo elegir entre un sinfín de formatos aptos para todos los gustos y espacios. Si estás decidido a dejar que la naturaleza conquiste tu hogar… ¡Déjate seducir por este paseo por la inspiración.
Antes incluso de empezar a pensar en el cómo, no está de más buscar el por qué. Decorar con plantas, ya sea mediante macetas de cristal colgantes, jardines verticales o simples tiestos a ras de suelo, por ejemplo, tiene multitud de beneficios.
Además del indiscutible carácter estético, las plantas tienen la capacidad de influir en nuestro estado anímico propiciando el bienestar. De hecho, sus colores invitan a la relajación y la armonía, por no decir que ayudan a mitigar los ruidos e, incluso, a purificar el aire y humidificar los ambientes.
¿Buscas sorprender desde el techo o tal vez estás pensando más en macetas colgantes de pared? Aclarar qué es exactamente lo que estás buscando es el primer paso y es que, aunque tendemos a identificar las macetas colgantes con soportes que cuelgan desde lo alto de techos o vigas, lo cierto es que existen otras apuestas igualmente atractivas que, en este caso, irían ancladas a la pared.
Atendiendo a su dimensión más estética, el mercado pone a nuestra disposición multitud de alternativas de diseño. Las macetas colgantes de macramé, por ejemplo, siguen siendo tendencia y, aunque hace algunos años era frecuente encontrarlos en distintos colores, lo cierto es que actualmente proliferan los diseños en tonos naturales.
Si bien es cierto que las fibras naturales han ganado protagonismo, no son las únicas que pueden convertir el soporte de tus plantas en un punto focal de la decoración. Los diseños minimalistas también triunfan con propuestas de macetas colgantes metálicas de formas geométricas, por ejemplo.
No obstante, la imaginación es libre y si estás dispuesto a dar rienda suelta a tu creatividad, diseños DIY inspirados en el upcycling design pueden ser una gran alternativa para espacios llenos de personalidad. ¿Qué tal transformar unas antiguas cajas de fruta en unas macetas colgantes de pared? Puedes empezar por cosas sencillas como esta y, con el tiempo, lanzarte a por diseños más creativos en cerámica u hormigón decorado e, incluso, macetas de cristal colgantes.
Las macetas colgantes de pared siguen la estela -en términos de materiales- de sus homólogas ancladas al techo. La mecánica es similar aunque, estéticamente, pierden cierto aire de ingravidez en pro de diseños menos condicionados a la resistencia.
En el dormitorio, el salón o la cocina, cualquier rincón puede convertirse en un lugar perfecto para que la naturaleza se instale en las paredes de tu hogar.
El interiorismo comercial es uno de los mayores exponentes de la decoración con plantas. En plena fiebre de las sostenibilidad y el cuidado del medio ambiente no es extraño encontrar propuestas que incluyan todo tipo de referencias al medio natural en bares, restaurantes, tiendas… Los jardines verticales se integran con frecuencia en este tipo de espacios pero tampoco es raro encontrar macetas colgantes para añadir encanto a los ambientes apostando por un diseño sostenible.
Aunque no pueden considerarse macetas colgantes de pared, lo cierto es que los jardines verticales comparten con estas cierto aire de ingravidez. La clave de su atractivo estético está, en todo caso, en conquistar esa sensación de ligereza que parece elevar las plantas sin esfuerzo,. convirtiéndolas en un recurso decorativo de primer orden.
En uno u otro formato, elegir plantas de diferentes especies y colocarlas con gracia puede ser todo lo que necesitas para crear una composición tan inspiradora como natural.
Teniendo en cuenta que el gusto por las macetas colgantes va en aumento, cada vez es más habitual encontrar diseños altamente creativos. Terrarios suspendidos, macetas blancas esmaltadas con formas redondeadas que planean desde el techo…
Cualquier elemento de la arquitectura interior de un espacio es susceptible de convertirse en soporte e, incluso, en una maceta colgante 'maxi' con efectos de lo más inspirador.
La aportación estética no está reñida con la funcionalidad y, puestos a ser originales ¿por qué no convertir una sucesión de macetas colgantes en una cortina vegetal? La idea es perfecta para espacios pequeños en los que recurrir a las paredes tradicionales no es buena opción. Pero también resulta ideal para ambientes como despachos u oficinas en los que, además, su capacidad para mitigar los ruidos es un punto a su favor.
¿Imaginas unas macetas colgantes de pared sin pared? Algo así es lo que te proponemos con esta idea en la que, los propios maceteros, se integran en un elemento separador de ambientes que, si bien garantiza cierta independencia, propicia la continuidad visual y, en consecuencia, la amplitud espacial.
La solución crea un efecto óptico espectacular no solo por la presencia de plantas, sino por el formato tan original elegido para incorporarlas al diseño.
Tener macetas colgantes en casa tiene muchas ventajas pero puede suponer un hándicap a la hora de proporcionarle a tus plantas los cuidados necesarios (sobre todo si tenemos tendencia a la pereza). Una versión a medio camino entre estas soluciones y las tradicionales macetas a ras de suelo o sobre los muebles son los soportes en columna.
Diseños como el de la imagen te permitirá mantener tus plantas en suspensión sin tener que recurrir a macetas colgantes propiamente dichas.
Además de las destinadas a los espacios interiores, también es posible encontrar macetas colgantes de exterior. Ideales para balcones y terrazas, constituyen una manera original de incorporar las plantas a tu decoración más allá de los muros del hogar.
En todo caso, si crees que una versión unitaria se queda pequeña, siempre puedes apostar por una jardinera colgante como esta. Además de aportar ligereza visual al conjunto resulta estéticamente atractiva.
¿Tu problema es el espacio? ¿No encuentras el lugar ideal en tu terraza para colocar unas macetas colgantes de exterior? Si bien es cierto que resultan muy apropiadas para añadir valor estético a cualquier escenario al aire libre, si las condiciones no lo permiten existen alternativas.
Unas macetas divididas en dos partes, por ejemplo, te ayudarán a trasladar el encanto natural a tu balcón sin tener que sacrificar más espacio del estrictamente necesario.
Elegido el formato es el momento de dar con las plantas para las macetas colgantes más interesantes. Los criterios básicos que han de inspirar la elección son la resistencia y facilidad de mantenimiento. Pero también que las especies en cuestión se adecúen a las condiciones particulares del espacio en términos de luz, humedad o temperatura.
Entre las más populares para las macetas colgantes: cactus, suculentas, helechos o cintas pueden ser una buena opción para empezar. ¿Te atreves?
