Esta casa tradicional holandesa no dejará indiferente a nadie. Tiene todo lo que se espera de un hogar ideal, desde el confort moderno hasta el diseño más tradicional y acogedor. Este proyecto fue elaborado por DENOLDERVLEUGELS ARQUITECTOS Y ASOCIADOS con sede en la ciudad de Eindhoven, Holanda. El edificio está situado en un bosque y fue renovado a principios de 2013. El edificio principal consta de dos niveles, ambos cubiertos con techos de paja. El color blanquecino contrasta con los tonos oscuros y los marcos de color gris azulado. Las plantas están conectadas por una escalera central y las ventanas dejan entrar una buena cantidad de luz a la casa. La vivienda también cuenta con un anexo en el mismo estilo. Los materiales, formas y volúmenes ofrecen a la villa un carácter actual, sin prejuzgar la definición clásica y tradicional de la zona. ¿Quieres entrar en ella? homify te abre sus puertas.
Esta casa holandesa resulta verdaderamente impresionante. Parece que ha sido especialmente construida para el rodaje de un largometraje o diseñada por un artista que busca inspiración en la calma del bosque cercano. Es el escenario ideal para una familia que siempre quiso vivir en medio de la naturaleza. Curiosamente, la fachada exterior, muy tradicional, es objeto de atención para aquellos interesados en los estilos arquitectónicos de diferentes culturas. El efecto más impactante es, sin duda, el proporcionado por los tejados, cuyas vertiginosas cubiertas de paja son el sello distintivo de las casas de campo del siglo XVIII y XIX y que todavía se mantiene en perfecto estado de conservación, llamando la atención de los turistas y curiosos.
La casa, después de la renovación, tiene una nueva vida y es aún más colorida y auténtica. El hecho de que algunos elementos especiales se han añadido a la estructura hacen que sea aún más bella y completa. Queremos decir que no es una restauración únicamente para transformar un edificio antiguo en moderno y tecnológicamente actualizado, sino que, respetando su esencia, la tradición cobra una nueva presencia en las formas y líneas actuales. A pesar de que la casa está situada en un país centroeuropeo, hay un exotismo que emana de ella, tal vez por los colores, tal vez el material o tal vez la naturaleza envidiable que la rodea.
La casa tiene techos altos, dos plantas y un ático. Ofrece interiores amplios y brillantes para la comodidad de la familia. Las ventanas son altas y alargada y las encontramos en todas las áreas de la casa. Una de las principales características del estilo holandés son las proporciones armoniosas y simétricas.
La novedad de este edificio es la pequeña extensión sobresaliente a modo de porche para aumentar la superficie de la casa. El suelo de madera de este porche sirve de transición entre el interior de la casa y la terraza y jardín. Los asientos están tapizados con un tejido resistente y duradero a las condiciones exteriores, y complementan una robusta mesa de madera rodeada por la presencia de lavanda en el jardín.
Los techos altos, áreas abiertas y ventanas altas caracterizan el interior de esta impresionante villa. Los acabados de la casa y de este comedor en particular, son de color blanco, gris y beige. El ambiente promueve momentos de convivencia y de descanso al mismo tiempo. Aunque la distribución de diseñó según las necesidades, la lógica se impone dejando espacios abiertos y las diferentes alturas de los techos demarcan áreas para diferentes usos y destinos.
Las escaleras de madera son el elemento central de la casa y además de destacar estéticamente, también lo hacen, por supuesto, por su funcionalidad. Desde la perspectiva de esta imagen, podemos ver cuán alta y escarpada es la casa. La escalera está bien iluminada por varias ventanas que se abren a la superficie de la residencia.
Si piensa que el estilo de diseño de interiores es similar en toda Europa, se equivoca. De hecho, la estética holandesa se diferencia notablemente del resto. Durante la Edad de Oro de los Países Bajos, allá por el siglo XVII, como resultado del crecimiento de la economía, las ciudades se expandieron y la arquitectura se ganó un nuevo impulso. Inicialmente, predominaron viejos elementos góticos y renacentistas, motivos más tarde sustituidos por la influencia francesa clásica. La belleza de los edificios era tan notable que tuvo un fuerte impacto en la arquitectura de Nueva York en el que imitaba la élite europea.
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