El azul y amarillo son los llamados colores complementarios, es decir, aquellos colores que están opuestos en el círculo cromático. Si tienes dudas a la hora de hacer las combinaciones precisas en la decoración de tu casa, esta elección es una apuesta segura siempre.
Por otra parte, tampoco es un secreto que los colores azul y amarillo son más dispares que otras combinaciones donde se usan colores neutrales, sin embargo, también son mucho más versátiles y mezclados de distintas maneras se obtienen mucha variedad de ambientes; de pronto más atrevidos, de repente más sutiles.
El color principal que se forma al combinar azul y amarillo es el verde, pero cuando se usa más amarillo que azul el verde será un tono cítrico, y si se usa más azul el verde será azulado, sin embargo, en este libro de ideas de homify te hablamos de ellos como equipo, es decir, azul y amarillo como colores complementarios entre sí, para crear habitaciones llenas de vitalidad y sofisticación.
Los colores azul y amarillo funcionan perfectamente entre sí, ya que crean sensación de movimiento y de energía al complementarse y apóyese el uno con el otro. Ahora bien, cuando las versiones de estos dos colores complementarios entre sí son saturadas, más recomendable es que uno de ello sea predominante al otro. Por ejemplo, el azul es un color estupendo para ser protagonista, ya que dependiendo del tono de azul, éste se convierte en un color relajante, elegante, sutil, fresco o moderno.
Un perfecto exponente de la combinación entre colores complementarios es, sin duda, la mezcla de azul y amarillo. La principal razón es que los ambientes que tiene tonos de azul y amarillo cuentan con una apariencia enérgica y relajada a la vez, que lejos de apagarse la una a la otra, funcionan muy bien juntas. La clave está que que el contraste tiene una razón de ser; energía y pasividad, calor y frescura, niveladas perfectamente al 50%.
Todos los tonos de azul combinan con el amarillo; bien puede ser amarillo limón, amarillo medio o hasta amarillo mostaza. Además, cuando se añade el amarillo en pequeñas dosis, es decir, se deja al azul como protagonista, la habitación en cuestión se muestra relajada pero nunca aburrida o con una decoración plana.
El tema de los matices se presenta como clave en esta combinación de colores complementarios, para crear espacios muy actuales y lleno de color.
Los diseñadores de interiores saben y sugieren siempre pensar que cada color tiene un significado y despierta diversas emociones. En este sentido, la mezcla de los colores complementarios azul y amarillo, se recomienda utilizarlos en sus tonos más claros, cuando se estén decorando áreas de trabajo y estudio, como oficinas, bibliotecas o estudios en casa.
El azul, por ejemplo, es un color que transmite tranquilidad y serenidad, por ello suele asociarse para áreas donde se generan nuevas ideas. El amarillo, mientras tanto, juega un papel más activo y rompe con lo demasiado apacible que puede ser el azul eléctrico (y demás tonos) cuando está solo.
Es importante considerar cada rincón y detalle de los espacios que serán decorados con azul y amarillo, es decir, además de pintar las paredes con tonos de azul, se deben tomar en cuenta los accesorios, adornos y muebles; es ahí donde se pueden generar interesantes contrastes con colores que combinan con azul, en este caso, con el amarillo.
En habitaciones donde se suele pasar mucho tiempo o en casa de personas que prefieren un ambiente apacible, se sugiere evitar los tonos chillones de azul y amarillo, pues el amarillo podría generar un espacio demasiado caluroso y el azul puede perder su esencia serena.
Ahora bien, si las personas gustan de esos tonos de azul y amarillo, se pueden usar para destacar otros elementos de la decoración como cuadros o demás tipos de apliques.
Para que los tonos amarillos produzcan la sensación adecuada al combinarse con ambientes o cosas azúleles, se debe cuidar el lugar y la manera en que se aplica, pues al tener tonos muy vibrantes de amarillo puede llegar a causar nerviosismo. Por ello, no se recomienda utilizar tonos muy brillantes como colores base.
En tonos pastel, los colores azul y amarillo crean entornos amables y tranquilos, ideales para una recámara infantil o para una sala de estar. Sin embargo, si se utilizan colores complementarios más fuertes, también se obtienen ambientes muy interesantes, pero mucho más dinámicos.
El hecho es que, al ser colores que se llevan muy bien, azul y amarillo pueden ser utilizados de una forma equitativa.
Si hay lugares para combinar el amarillo y el azul, más allá de la recámara, son la cocina y el comedor; aunque de nueva cuenta, lo mejor es utilizar los tonos medios a bajos de amarillo, dejar que el azul sea más notorio y que el color principal sea uno neutral, como el blanco, de este modo se asegura que la cocina y/o el comedor no se muestre saturado.
La madera, como buena acompañante de muchos colores para interiores, es versátil por su amplia gama de tonos. En este sentido, puede dar la sensación de un ambiente rústico y hogareño, sin perder la frescura que brindan las cosas azules y luz que brinda de forma natural el color amarillo.
Además, los tonos marrones de la madera son elegantes, sofisticados, sobrios y tranquilos, así que son perfectos para combinar en los interiores dotados de azul y amarillo.
Si se opta por este conjunto de azul y amarillo, lo mejor es asegurar que será aplicado en lugares iluminados y en donde no sean los únicos dos colores que decoren la habitación.
En definitiva, la mejor combinación está en preservar un equilibrio, por ejemplo, se puede utilizar un tono de amarillo brillante en dosis pequeñas, como en sillas, lámparas; y utilizar el azul como elemento de contraste para complementar el entorno del lugar en cuestión.